No creo en la suerte, sí en el esfuerzo. Y ayer en la plaza de Argel reivindique una ciudad más justa, más equilibrada y capaz de aglutinar a las distintas culturas que residen en la populosa barrida de Virgen del Remedio, cuyos vecinos han mostrado a las autoridades municipales que son capaces de vivir sin tensiones en un vertiginoso entramado de culturas, religiones y de maneras de vivir.
Hay que ser solidarios y reivindicar la libertad. Alperi ha gobernado al margen de los ciudadanos al más puro estilo de Camps y Zaplana. Con poca claridad o ética, irresponsable con sus decisiones, incapaz en su gestión y sin plantear crítica alguna al Consell. Así ha gobernado Alperi. Ante este triste panorama, tengo el firme convencimiento de que los ciudadanos quieren un cambio de rumbo hacia el progreso.
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