miércoles, 14 de febrero de 2007

Que quede claro

Si en algo me caracterizo, y los hechos ahí están para demostrarlo, es en que tengo la certeza de que la política en esta ciudad necesita un cambio. He recibido numerosas felicitaciones y numerosas críticas desde que asumí la responsabilidad de representar al PSOE de Alicante como candidata a la alcaldía. Entre las críticas: «tienes demasiado carácter», «eres muy joven», etc... Pero suele haber una muy frecuente: «no eres política». Supongo que se referirán a que no soy lo que se entiende por ser política a la tradicional usanza. Pues bien, admito que afortunadamente no lo soy, si me remito a lo que se entiende por políticos en los últimos años en esta ciudad. Soy mujer, madre, trabajadora y socialista, y a mucha honra.
Una cosa tengo muy clara: en política hay cosas admisibles y cosas inadmisibles, y el Plan Rabasa es inadmisible. No se puede aprobar un plan de esa envergadura fuera de un Plan General de Ordenación Urbana, que es el elemento director que debería consolidar o hipotecar el futuro de mi ciudad. En el caso del Plan Rabasa lo tengo claro: ese plan hipoteca el futuro de mi ciudad. Y la hipoteca, además, no la pagarán quienes ahora abogan por ese plan, la pagaremos todos los alicantinos y desde mi responsabilidad me opongo a eso. Que quede claro lo que digo: me opongo al Plan Rabasa y exijo su retirada. Fuera los malentendidos, los mentís, las muestras de apoyo y/o las llamadas a la sensatez de quienes, aferrados a un clavo ardiendo, se equivocaron en sus planteamientos políticos. Ya está bien.
Un proyecto de ciudad se hace contando con todos los que deciden sobre el futuro de esa ciudad y lo lidera el Ayuntamiento, que es el lugar común de todos. No se hace de espaldas a los ciudadanos, a los urbanizadores, a los constructores, a los empresarios, a las asociaciones vecinales, en definitiva a aquellos que exponen sus necesidades y quieren llegar a acuerdos para obtener todos, todos ellos, no sólo uno o dos, beneficios. Un Plan General de Ordenación Urbana es lento, ya lo sé, requiere una tramitación complicada, también lo sé, una exposición pública y recibir alegaciones de los afectados, eso también lo sé. Pero también sé que es la garantía de transparencia, de que se sepa, y no basta con decirlo, que se está trabajando por el bien común y no sólo el de dos. Permite que la libre competencia sustituya al favoritismo y es la garantía, en definitiva, de que se trabajará con una finalidad: mejorar Alicante. Simplemente un ejemplo: quien ama Alicante no es capaz de poner una tela metálica de gallinero en la Explanada, el paseo más emblemático y más internacional de esta ciudad. Como ustedes comprenderán eso no es cuestión de presupuesto, es cuestión de sentimiento. Y eso lo sabemos los que vivimos aquí. Lo entendemos los que nos paseamos por la Explanada, los que todos los días nos levantamos con una ciudad degradada, incómoda y sucia, que era antes la Millor Terreta del Mon.
Adelanto que ya tengo un equipo de gente trabajando en lo que quiero que se convierta el proyecto de futuro de mi ciudad. Estamos trabajando arquitectos, urbanistas, sociólogos, economistas, y muchos más colectivos en el Plan Alicante 2020. Un plan que me comprometo a realizar durante mi primer año de alcaldesa de mi ciudad. Un plan que tiene cinco pilares fundamentales sobre el que trabajamos: una nueva base económica, una adecuada infraestructura urbana, una buena calidad de vida, una decidida integración social y un sólido gobierno municipal. Nuestro plan Alicante 2020, en el que pretendo recoger las principales directrices de una planificación estratégica para Alicante, se basa en una reestructuración sólida del territorio. Eso se consigue con una buena base y eso lo da un buen Plan General de Ordenación Urbana. Ese futuro y ese PGOU es lo que pienso poner en marcha nada más tomar posesión como alcaldesa si los ciudadanos así lo deciden. Abriré ese proceso para que participen todos, repito, todos los ciudadanos, agentes sociales, empresarios, comerciantes, etc. que estén dispuestos a aportar sus necesidades, sus esfuerzos y sus ideas en bien de nuestra ciudad.
Ese proyecto de transformación que Alicante necesita saldrá adelante cuando los ciudadanos tomen conciencia de que un salto adelante es necesario y que ese salto es vital para nuestro futuro como alicantinos. En mi próxima conferencia en el Club Opinión Encuentro del día 23 de este mes adelantaré las líneas maestras de nuestro plan, Alicante 2020, que pienso liderar. Creo que para eso se necesita un liderazgo local, político y cívico fuerte. Perdonen que no me crea ni por asomo que el actual gobierno municipal esté en condiciones de darnos esas garantías. Creo que a ustedes también les parece lo mismo.

(este artículo ha sido publicado en la sección Opinión del diario Información de Alicante)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Etel, me entusiasma la fuerza y la convicción que pones en este artículo, has dejado claro quien manda en Alicante y has puesto a alguno en su sitio, pero tu sabes que esto no es gratuito, aunque sea el único camino que te puede llevar a la victoria del 27M, dejas cadaveres en la cuneta. El otro día en Florida el ambiente entre algunos de tus acompañantes era un poco patetico, y sobraban "viejas caras", que te lo organicen un poquito mejor, por que en el colegio quedo mal que no saliera nadie del equipo directivo a saludarte, de todas formas pones muchisima voluntad, y te ganas vas ganando a la ciudadanía. Animo y fuerza para seguir. Un abrazo. Carlos